lunes, 13 de julio de 2015

Crónica Cuento Acabado

















‘Cuento acabado’, dirigida por Mirella Carbone – y presentado por Andanzas-PUCP (*) -, inauguró el XXVII Festival Internacional Danza Nueva organizado por el Instituto Cultural Peruano Norteamericano. Las funciones se realizaron entre el 11 y el 13 de junio, en el auditorio de la sede del ICPNA de Miraflores.

‘Cuento acabado’, es un montaje de danza contemporánea que se nutre del imaginario de los cuentos de hadas; principalmente, los recogidos por los hermanos Grimm. Desde este universo se propone una atmósfera de misterio y ensoñación; la cual, apoyada en un efectivo diseño de luces y de sombras, sostiene el desarrollo de la obra.

La puesta en escena propone una estructura que articula la presencia,
alternada o simultánea, de cuadros (mini-escenas teatrales en las cuales destaca la presencia de una imagen, una acción o la repetición de un movimiento) y secuencias de movimiento. Esta combinación le otorga a la obra la oportunidad de contar con recursos para un atractivo uso del espacio escénico y un efectivo ritmo visual; proponiendo nuevos estímulos y asociaciones – sean cuadros o secuencias – al espectador.

A ello se suma el uso de elementos con un potente valor simbólico y una posibilidad de lectura bastante amplia. Así, la presencia permanente de una puerta, o la aparición de una escopeta, sirven tanto para asociar los elementos a alguna historia – ‘Hansel y Gretel’ o ‘La caperucita roja’ – como para invitar a reconocer las diferencias entre los espacios de peligro y los protegidos. Asimismo, la presencia reiterada de una manzana – o de varias de ellas – permite asociar las imágenes presentadas a los universos de ‘Blancanieves’, el libro del ‘Génesis’ del Antiguo Testamento o la leyenda de Guillermo Tell – una escena donde varios de los intérpretes llevan manzanas sobre las cabezas no da lugar para el error -.

Dicho esto, cabe apuntar que el inicio del montaje propone una sucesión de metáforas que plantean lo que resultará ser la estética y la atmósfera general de la obra:

Se inicia con la presencia de una puerta que demarca un ‘afuera’ del hogar protegido (¿el bosque?); continúa con el desarrollo de una acción-imagen que refiere al cuento de ‘Hansel y Gretel’; le sigue la aparición de un grupo de personajes que representan simbólicamente a una manada de lobos-hombres; ello tiene como consecuencia la construcción metafórica, por medio del accionar de estos personajes, de un espacio que representa al bosque de los cuentos de hadas; y, posteriormente, muestra a una salvaje ‘caperucita’ - más tarde será Rapunzel – acosada por un lobo y luego empoderada con un arma.

Este primer tramo plantea, con notable capacidad, el universo estético de la obra: logra generar un ambiente de misterio, inserta la imagen de lobos sin necesidad de ‘animalizar’ los cuerpos de los intérpretes, propone imágenes asociadas a más de un cuento de hadas e incluye la imagen-concepto del espacio escénico como un bosque.

Sin embargo, posteriormente la obra irá decantando por otros universos; en los cuales se alternarán las metáforas asociadas a los cuentos de hadas con otras vinculadas a las relaciones humanas y sociales. Y así, las primeras escenas que se proponen fuera del imaginario del cuento de hadas refieren a un abuso sexual por parte de un sacerdote y a un asalto callejero. En ambos casos se aprecia una relación entre un hombre-agresor (¿lobo-hombre al fin y al cabo?) y una mujer víctima; lo cual será una constante.

De esta manera se devela una nueva estructura dentro de ‘Cuento acabado’. Similar a la organización de recursos escénicos - alternancia y simultaneidad entre cuadros, secuencias, elementos simbólicos –, esta ‘estructura de contenidos’ propone alternancia entre la estética y los referentes de los cuentos de hadas planteados anteriormente, con las escenas que desarrollan situaciones de abuso contra las mujeres.

Es en esta nueva estructura donde ‘Cuento acabado’ muestra debilidades de forma y genera cuestionamientos de contenido. Y es que, a medida que se desarrolla el montaje, las referencias hacia los cuentos de hadas se hacen cada vez más esporádicas y superficiales; apoyándose principalmente en el uso de los elementos-símbolo mencionados líneas arriba. Ello, si bien puede ser atractivo a nivel visual, invita a una lectura confusa sobre la propuesta; ejemplo de ello es la importante y reiterada presencia de manzanas que se asocian – por el uso que se les da - a historias que no tienen vínculo con los cuentos de hadas.

Así, a medida que el imaginario de los cuentos de hadas se hace más liviano y eventual, emergen escenas donde la temática principal se refiere a situaciones de violencia contra la mujer. Es en este punto donde la obra inicia un camino en el cual la redundancia en el discurso afecta su desarrollo. Y es que la reiteración de cuadros donde las mujeres son violentadas por los hombres - más allá de una posible interpretación de personajes de cuentos atacados por lobos – debilita el ritmo visual y 'perceptual' del montaje. Pues, si bien se observan escenas intensas y atractivas, elaboradas con destreza en el manejo de los recursos coreográficos, la reiteración de contenidos de seducción, agresión, fragilidad y dependencia lleva la obra por un cauce predecible y sin matices; ausente de una direccionalidad clara en el ritmo y en el discurso. Además de ello, termina proponiendo una lectura de las relaciones basada en estereotipos y clichés: mujeres frágiles, manipulables, bobas; hombres bestias, cazadores, agresores.

Hacia el final, el montaje presenta momentos donde el ingreso de utilería – una mesa en un caso; ramas portadas por los intérpretes, en otro – resulta importante para la construcción de escenas; las cuales, si bien reafirman la calidad en la composición visual y de movimiento, no aportan significativamente al ritmo o al concepto de la obra.

‘Cuento acabado’ es un montaje que se sostiene a partir de la construcción coreográfica y de cuadros teatrales; los cuales destacan por su composición plástica, valor simbólico, destreza física e interpretativa  y una más que eficiente dirección coreográfica. Se apoya, a su vez, en un adecuado diseño de luces y sombras; el cual, junto con la propuesta sonora y musical, aporta a la construcción de una atmósfera de misterio y ensoñación. Asimismo, presenta una muy atractiva estructura general; la cual se desarrolla entrelazando cuadros y coreografías, símbolos y universos. Sin embargo, este trabajo presenta deficiencias en la claridad conceptual y/o la direccionalidad de la propuesta; lo cual genera cierta ruptura en la continuidad - rítmica y conceptual - de la obra, sensación de caos, redundancia en cuanto a forma y contenido, y la presencia de estereotipos que ofrecen una mirada bastante plana de las relaciones sociales y de la violencia de género.


(*) El programa de mano entregado los días de funciones de ‘Cuento Acabado’ se refiere a Andanzas-PUCP como ‘Grupo de Danza Contemporánea de la Universidad Católica del Perú’; hecho que llama la atención porque utiliza el término ‘grupo’ – el cual refiere a un espacio de investigación y creación conjunta y permanente entre un colectivo de artistas – para definir un espacio institucional que desde su fundación tuvo un carácter prioritariamente pedagógico.

Llama la atención, también, que ‘Cuento acabado’ sea el primer espectáculo producido por Andanzas – PUCP, en sus más de 20 años de existencia, que no cuenta con ningún intérprete que provenga de sus canteras formativas; siendo todos los bailarines profesores de la institución formados en otros espacios. Sería deseable, en un futuro próximo, poder observar obras de Andanzas – PUCP dirigidas y/o interpretadas por las nuevas generaciones formadas en sus espacios pedagógicos; tanto de las promociones egresadas de su diplomado, como de las que empiezan a egresar de su facultad.


(**) Foto: tomada de aquí.


Dirección: Mirella Carbone.
Asistencia de dirección: Pachi Valle Riestra.
Intérpretes: Marlon Cabellos, Cory Cruz, Margot Lozano, Christian Olivares, Lorna Ortiz Adoum, Carola Robles, José Alejandro Ruiz Subauste, Cristina Velarde.
Diseño de vestuario: Sumy Kujon.
Realización de escenografía: Michael Gómez.
Fotografía: Prin Rodríguez.
Diseño de luces: Luis Tuesta.
Tramoya: Mimma Carbone, Urpi Elorrieta.
Composición musical / Edición y remezcla de piezas: Rodrigo Sarmiento, Esteban Varela.
Producción: Especialidad de Danza. Facultad de Artes Escénicas. Pontificia Universidad Católica del Perú.



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