‘Los mellizos muertos de risa’ es el más reciente trabajo de
Panparamayo Teatro. Dirigido por Mario Ballón, el montaje se apoya en ciertas
características que definen las propuestas de este colectivo teatral: universo
juvenil, uso del humor, juegos de palabras, caos organizado, convivencia de
estilos y lenguajes, guiños al absurdo y referencias a la realidad.
A continuación se transcribe un fragmento de la sinopsis de
la obra copiada de sus espacios de difusión:
"Luna se escapa de la
cárcel y llega al Perú para buscar a su hermano Neptuno. Juntos planearon la
muerte de su madre hace más de cinco años. Luna se quedó en su país pagando la
pena por el matricidio; mientras Neptuno huyó y se instaló en Lima. Aquí se
hace llamar Alan Rodríguez y administra un bar barranquino donde vive con Sol,
una brasilera que conoció en la 73 y que contrató como mesera. León es un
cliente que ha empezado a acudir al lugar para escuchar a Risa, una cantante
que quiere vivir cada minuto como si fuera el último.”
La puesta en escena se desarrolla en un local nocturno del
distrito de Barranco. La elección de este espacio no es gratuita, dado que la
mayor parte de la historia a representar acontece en un bar. Es acá donde radica
uno de los méritos de esta puesta en escena: la adecuada
apropiación del espacio. Esta se grafica en que, luego de tener distribuido al público en mesas, sillas y bancas, quedan disponibles la barra, un tabladillo, tres pasillos y dos pequeños salones. Estos espacios son utilizados como escenario para el desarrollo del montaje; cumpliendo tanto su rol de espacio físico – como pasillo, tabladillo, barra, etc. –, como simbólico-teatral – representando una calle, la casa de uno de los personajes, etc. -.
apropiación del espacio. Esta se grafica en que, luego de tener distribuido al público en mesas, sillas y bancas, quedan disponibles la barra, un tabladillo, tres pasillos y dos pequeños salones. Estos espacios son utilizados como escenario para el desarrollo del montaje; cumpliendo tanto su rol de espacio físico – como pasillo, tabladillo, barra, etc. –, como simbólico-teatral – representando una calle, la casa de uno de los personajes, etc. -.
De esta manera, el público es testigo cercano de un montaje
que se desarrolla en un espacio - un bar - que es simultáneamente real y ficcional.
Ello, sumado a que algunas escenas – dependiendo de la ubicación de cada espectador
– se desarrollan entre el público, genera la sensación de presenciar, de manera
in-voluntaria, el cotidiano y los dramas de otras personas.
Es oportuno agregar, que la alternancia en el uso de los espacios
en cada escena, así como la adecuada iluminación de cada uno, impone un ritmo
que mantiene alerta al espectador; además de invitarlo a reconocer el valor simbólico
de cada ambiente.
‘Los mellizos muertos de risa’ propone una diversidad de
estilos y lenguajes. Así, si bien la mayor parte de las escenas ofrecen una
interpretación naturalista - fresca y ligera, casi cotidiana -, existen
momentos que se desarrollan por medio de la música y el canto; tanto en cuadros
de corte simbólico – los personajes expresando sus emociones por medio de
canciones –, como en momentos ‘realistas’ – ejecución de un tema musical, como
parte del espectáculo del bar de la ficción -. Asimismo, el montaje presenta algunas
escenas que se apoyan en el movimiento, recurriendo a la abstracción y al
simbolismo, y otras expuestas en clave de farsa teatral.
La dramaturgia plantea una historia que se desarrolla en un
tiempo de estabilidad; el cual se verá alterado por el arribo de un personaje.
Así, aunque no se aprecie del todo la actividad regular del bar – negocio,
vivienda y espacio donde ocurre la mayor parte de la acción -, queda claro que
antes de la llegada de ‘Luna’ el sistema que sostenía al local – y a la familia
- funcionaba con dos de los personajes en la administración y atención al
público; y otros dos encargados de los espectáculos a ofrecer. Posteriormente,
a medida que se desarrolla la acción y la presencia de ‘Luna’ en el bar es cada
vez mayor – sumada a las intervenciones del personaje de ‘León’ -, la
tranquilidad da paso al conflicto, mientras se van develando los secretos y
mentiras con los que carga cada personaje.
De esta manera, guiado por el ritmo en el uso de espacio,
viajando entre diferentes estilos y lenguajes, y siguiendo las tensiones
propuestas en la dramaturgia, el espectador llega a dos momentos culminantes: aquel
en el que conoce la relación entre todos los personajes y, especialmente, el
instante en que la verdad les es revelada a ‘Luna’. Luego de ello, la espera
por un desenlace se hace extensa y el ritmo decae.
Y es que, este es un montaje que acumula tensión por un
tiempo prolongado – concentrándose en que ‘Luna’ no se entere la verdad sobre
su madre - y luego la libera, develando los misterios que guardaba.
Posteriormente, la historia continúa, pero no hacia un desenlace. Lo hace
abriendo nuevas líneas dramáticas: la ruptura de la relación entre ‘Neptuno’ y
‘Sol’, el encuentro de ‘Luna’ y su madre,
y la relación de ‘León’ con ambas mujeres. Esta dispersión de la atención
dramática impide que el montaje vuelva a generar tensión con la misma
intensidad que había logrado. A ello se suma que la mayoría de estas escenas
llevan una pesada carga retórica; en un intento de explicar, apoyándose
principalmente en la palabra, las emociones y reflexiones de cada
personaje.
Llegado a este punto, se suma que ‘Los mellizos muertos de
risa’ trabaja con intérpretes que, en su mayoría, no han sido formados como
actores o actrices. Esto hace que existan algunas deficiencias de técnica
vocal. Y si bien ello no genera problemas durante la mayor parte de la obra –
ya se mencionó anteriormente el estilo cotidiano de la interpretación -, los
problemas de dicción, de proyección de voz y de manejo de ritmo en el texto, atentan
contra del montaje una vez que los misterios han sido resueltos, las tensiones han
disminuido y el desenlace se posterga.
‘Los mellizos muertos de risa’ es un montaje teatral que
atraviesa las fronteras de los estilos y los lenguajes; permitiéndose ser
simultáneamente narrativo y poético. Discurre con la misma frescura por la
representación naturalista y por la abstracción del movimiento. Asimismo,
recurre al código del musical con la misma efectividad con que se acerca a la
farsa. Propone un atractivo uso del espacio; tanto a nivel funcional, como en
la concepción y percepción de lo real y lo ficcional.
Y si bien no es de interés de este espacio hacer análisis
dramatúrgico – más cercano al análisis literario que a la acción teatral – no
se debe evitar mencionar que el montaje se afirma en una dramaturgia narrativa
y poética. En ella se presenta una situación, para luego exponer un conflicto;
el cual logra generar tensión y expectativa. Sin embargo, esta tensión decae
una vez que los misterios que la
sostenían son develados, y que el desenlace se posterga.
(*) Foto tomada de aquí.
'Los mellizos muertos de risa' se presentó en el bar Lion's Head - Av. Grau 268, Barranco -.
(*) Foto tomada de aquí.
'Los mellizos muertos de risa' se presentó en el bar Lion's Head - Av. Grau 268, Barranco -.
Fechas: Viernes 12, 19 y 26; y sábados 13, 20 y 27
de junio. Jueves 2 y 9 de julio; y viernes 3 y 10 de julio.
Dirección general y dramaturgia: Mario Ballón.
En escena: Nina Mutal, Tatiana Vizcarra, Gabriel Zambrano,
Leslie Guillén, José Avilés, Feffo Neyra.
Letra y música compuesta por el elenco de la obra.
Diseño de luces: Ricardo Delgado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario