Esta acción, que incluyó un pequeño taller de ‘calentamiento’
en clave de mimo, superó las expectativas de los organizadores. Pues, si bien
media hora antes de dar la partida no había más de 20 personas, al momento de
iniciar la competencia se pudo contar con la presencia de más de 100
participantes. Así, en los minutos previos, el equipo organizador se tuvo que
multiplicar para acreditar a los competidores, entregar sus distintivos y
ayudar con el maquillaje a quienes no contaran con uno.
La señal de partida la dio el maestro Jorge Acuña Paredes,
mimo y actor emblemático, iniciador del teatro callejero en esta ciudad. Una
vez en competencia, los corredores pusieron su técnica y creatividad al
servicio de la acción. Así, mediante el gesto y su corporalidad, hicieron
evidente el esfuerzo que implicaba la carrera. Y mientras unos luchaban por
avanzar; otros, al jalar o poner zancadillas a sus rivales, generaban tropezones
y caídas en ‘cámara lenta’.
Jorge Acuña y los corredores.
Foto tomada de aquí.
Los semáforos se convierten en interesantes obstáculos. En
ellos se encuentran todos los
competidores. Y quienes llegan ‘a toda
velocidad’ se ven obligados a ‘frenar’ para evitar cruzar las pistas antes de
tiempo o chocar con quienes se detuvieron antes que ellos.
A medida que la carrera avanza, y se acerca la meta, se aprecia
cómo las dinámicas de juego pasan a ser compartidas por todos los participantes.
De esta manera, se genera un espacio lúdico donde comparten el mimo profesional
-con vestuario y maquillaje- con los estudiantes de talleres y escuelas de actuación. Junto a ellos se
encuentran corredores profesionales -enterados del evento por medio de las redes
sociales y con curiosidad por experimentar una nueva forma de competir-,
atletas en sillas de ruedas, familias y espontáneos.
Pese a la existencia de premios para los ganadores, no se
aprecia un ambiente de tensión y competencia. Por el contrario, se percibe una
alegría compartida y la expectativa de lo que vendrá luego. Y es que la ‘Maratón
en cámara lenta’ es la actividad que da inicio al Festival de Mimo de Lima 2016.
Esta competencia, realizada el domingo 3 de enero, fue la primera de una serie
de actividades que se vienen desarrollando en el auditorio del ICPNA de Jirón
Cuzco.
El programa.
Imagen tomada de aquí.
El festival, organizado por ‘La Familia Mimo’ se encuentra
en la segunda semana de presentación de espectáculos. La primera incluyó,
además del evento de lanzamiento, la presentación de los espectáculos ‘Entre
dos’ de la compañía ‘Blanco y Negro Teatro’ y ‘Ático’ del mago Bruno Tarnecci.
Asimismo, se vienen dictando talleres gratuitos por las mañanas.
El primer espectáculo –“Entre dos”- propone una serie de
escenas creadas desde la pantomima clásica. Así, por medio de objetos y gestos,
se narran historias y se plantean situaciones donde la ternura y el humor son
los componentes principales. Por otro lado, “Ático” parte desde la teatralidad y la corporalidad del intérprete, para
presentar un espectáculo de magia donde la manipulación de objetos es el eje
que guía al espectador. En ambos casos, el público forma parte del espectáculo
en más de una escena, rompiendo la cuarta pared y generando otro tipo de
vínculo con el observador.
Así, se puede apreciar que El Festival de Mimo de Lima propone,
desde una mirada amplia en cuanto a los lenguajes, una serie de actividades que vincula tanto al
público adulto como al familiar. Una iniciativa independiente que, con el apoyo
del ICPNA del Centro de Lima, fortalece las dinámicas de los diferentes actores
y colectivos relacionados al lenguaje del mimo y los acerca con nuevos
públicos.
En el siguiente video
se encuentra una entrevista donde Cesar Chirinos, director de ‘La Familia Mimo’,
explica sobre de los diferentes espectáculos y sus lenguajes, además de contar acerca el surgimiento de este colectivo.
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